No fue casual la preferencia por este recinto ubicado a una hora de Cleveland que tal dichoso acontecimiento se realizase.Por este claustro del siglo 18 en las afueras de Ohio un aire progresista siempre acompañaba cada paso,ya sea con la inclusión de mujeres o jóvenes de otro color mas un compromiso social y una afamada excelencia académica.Pero una tarde de abril del 66 incorpora un suceso mas a su reformador proceder abriéndole las puertas a un gigante olvidado,esos que el blues rural nos mantenía en secreto y que con la ebullición del folk de universidades se revelaría.
Honorable cronista de guitarra fingerpicking,fue devuelto a las grandes ligas por expresa culpa de aficionados que caían rendidos a un sosegado estilo de songter y con una afectuosa voz que rosaba la alquimia para quienes posaban sus oídos en los 78rpm de la epoca. Este "Live At Oberlin College" como se lo conoció en su momento,es un documento único e irrevocable del tris por el que atravesaba,sin una ornamentación de por medio y con toda la bonanza que el artista trasmitía para que el feedback entre el y su publico se palpe latente.
Esta edición de hace unos años viene con el agregado de tres tracks adicionales que se registraron en el Festival de Newport,pero sospecho que cotejando con otros lanzamientos del mismo concierto las pistas no están respetadas con su proceder original;una simple nimiedad.Desde spirituals como "Nearer My God to Thee" a folks en "Salty Dog Blues" y recalando con himnos populares del talante de "C.C. Rider",el disco es su totalidad es un bálsamo que medra a cada escucha,como si las tres décadas afuera del ambiente no hayan hecho mella en el talento de este hombrecillo de Avalon.
John Hurt,la caja de resonancia caminante que el profundo Mississippi nos tenia atesorada.
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